Con el distanciamiento físico y la ausencia de una conexión verbal en persona el aislamiento forzoso va creando un sentimiento de soledad muy invasivo. Si bien es cierto que la soledad es necesaria a veces, cuando ésta deja de ser opcional y mas bien se vuelve un modo de sobrevivencia… las cartas cambian.

La parada forzosa que hemos hecho ahorita en nuestras vidas es, a mi juicio, una invitación a momentos de reflexión, re-integración y quizás re valorización de las personas con las que estamos más vinculadas. Ahorita el distanciamiento pone en perspectiva peleas, discusiones y malos entendidos. Nuestra consciencia consume nuestros enojos arrebatados y conversaciones que quizás pudieron haberse salido de contexto. Anteriormente pudieron haber parecido ser respuestas tan racionales, ahora cuestionamos si “racional” pudo haber sido “reactivo”.

El disociarnos de nuestras almas se vuelve un lujo que ahorita se ve limitado a un espacio confinado donde no podemos mas que vernos a nosotros mismos frente al espejo. Las compras virtuales o en persona, la compulsividad en nuestras decisiones que a veces se manifiestan en nuestros estados de cuenta bancarios ahorita se reflejan en un estado de mente. Los besos o “roces” que antes saciaban una necesidad de acercamiento ahorita han perdido su peso y nos damos cuenta que la conexión la encontraremos en un acto de amor propio como bañarnos en tina, bailar y cantar a todo pulmón, cocinarnos nuestro plato favorito o darnos 15 minutos de meditación.

Las noches de la última semana he llegado a descubrir que una llamada por Skype, Whatsapp VideoCall o Zoom son invaluables y los distractores que antes podían disvariar mi presencia dejan de ser invasivos. Estar conciente en el presente se ha convertido en un commodity. Y nuestra Tribu de Elección cobra mas importancia que nunca. “Te tomo el pulso” ya no es solo parte del léxico del campo médico y el hidratarse que antes estaba justificado por kilómetros recorridos en una banda ahora es un “rule of thumb” y nos recuerda que ahora mas que nunca necesitamos apaciguar nuestra sed por más.

Hoy el “conectemos” tiene un nuevo significado y el decir #yomequedoencasa es una de las manifestaciones de amor mas grande al prójimo. Así que adicionalmente a quedarme en casa, aprovecho a rediseñar un estilo de vida acorde a un nuevo mundo (el mío) porque ciertamente mucho ha cambiado pero es la oportunidad perfecta para empezar con la pagina en blanco.