Una de mis épocas favoritas fue mi temporada viviendo en California porque trajo consigo muchos momentos de introspección a mi vida y de muchos experimentos. Aprendí como cocinar para 1, como inyectarle tiempo de calidad a mis días y como crear un espacio para mi salud física en un momento donde mi cabeza estaba siendo recalibrada con un nuevo estilo de vida.
Mi “gustito” de la semana constaba en ir a ver el atardecer a un Starbucks cercano y me sentaba a leer con un Frappé de caramelo y una galleta de avena. En ese momento de mi vida, consideraba un hito en materia de salud el escoger por encima del chocolate una galleta de avena y que mi café frío fuera tamaño mediano y sin crema batida. Casi cinco años después en la conferencia anual para health coaches en Nueva York empezó mi romance culinario con la comida vegana.
Llevaba algunos años siendo vegetariana pero abrí la mente a la posibilidad de un estilo de vida más sano (según mi percepción) cortando con alimentos procesados a gran escala y eliminando productos lácteos, huevos y esencialmente todos los productos de origen animal de mi dieta. La primera vez que probé un smoothie verde hecho por mí… me iluminó el camino para seguir probando nuevas recetas y aventurarme con otros tipos de comida.
Mi paladar cambió, mis opciones de comida se ampliaron, probé verduras que nunca había considerado, mi presupuesto mensual fluctuó y mi cuerpo se compactó de cierta manera. Sin embargo, el cambio más trascendental y poderoso de todos fue a nivel mental.
Tenía más claridad y más facilidad para ser productiva. Empecé a sintonizar con mis emociones de manera casi inmediata y mi sistema inmunológico tuvo un “boost” que nunca antes había observado en mi. El asma se me fue por completo y, acompañado de procesos terapeúticos convencionales y alternativos, fui trabajando mis retos emocionales de una manera más limpia.
Casi 5 años después de ese primer smoothie llegué a entender que la desconexión que yo había tenido con mi cuerpo es una de las manifestaciones mas claras de Trauma Psicológico dentro del cuerpo. Había una separación muy evidente entre el cuerpo, la mente y el espíritu. En mi caso, logré hacer la integración cuando incluí al cuerpo en el proceso.
¿Que tiene que ver esto con mi libro “Finalmente Libre” y procesos de sanación de violencia sexual…? ¡Todo!
Estar en un estado de salud físico acompañado de una dieta a base de plantas redujo notablemente la inflamación en mi cuerpo y al limpiar mi sistema digestivo aprendí a reconocer cambios en mi de una manera más intuitiva. Fue el inicio de una relación amorosa conmigo misma y cada bocado, cada smoothie o cada hora dentro de la cocina se convirtió en un ritual de auto cuidado que conservo hasta el día de hoy.
Mi programa alimenticio, mi rutina de ejercicios, mi vida espiritual, las relaciones interpersonales y familiares así como mis hobbies, mis pasiones y mi trabajo se complementan entre ellos y he creado mi rutina alrededor de ellos.
Trabajo con varias técnicas para naturalizar un estilo de vida sano y estos son 4 challenges que te propongo para incorporar Cuerpo, Mente y Espíritu:
- Detox: los programas de detox que están disponibles en restaurantes selectos ofrecen de 2,3 y hasta 5 días. Acompáñalos con un journal para ir anotando tus observaciones y cambios y te invito a participar en el reto de 21 días que estaremos lanzando la segunda semana de Junio.
- Meditación: En la página de Deepak Chopra puedes encontrar cientos de meditaciones que se ajusten a tus horarios e intenciones. Te recomiendo trabajar un tema a la vez (Abundancia, Serenidad, amor propio) y sea la respuesta que busques… la encontrarás dentro de ti.
- Rituales de amor propio: si encuentras felicidad dentro de un libro de recetas o eres un artista con un canvas en blanco y un pincel, la aventura es tuya. El reto es adentrarte en un proceso de creativo que te permita desinhibirte.
- Si las dietas a base de plantas para todos los días no es lo tuyo ¡no te desanimes! Puedes agregarle sabor, color y nutrientes con un smoothie hecho en casa en menos de 5 minutos. Si quieres que te comparta recetas, puedes escribirme un email y te envío un recetario completamente gratis.
Mi relación con la comida evidencia en mi vida como me estoy sintiendo y es por ello que he llegado a invertir tantos recursos en ella. ¡Espero te sirvan!
Si has implementado alguno de estos cambios de tu vida o tienes otros en mente, me encantaría saber de ti.